Sol en Cáncer: astrología para el signo del hogar

Regido por la Luna, cáncer es un signo cardinal, lo cual hace que sus nativos cuenten con iniciativa al actuar, de esta manera, tienen el poder de modificar sus entonos; los signos cardinales se asocian al inicio de las estaciones. Es un signo correspondiente al elemento agua, lo cual les brinda una facilidad de adaptación y comprensión del universo emocional, casi única.

Por su ubicación en relación a las estaciones en el hemisferio norte, es un signo relacionado con la nutrición y la fecundidad (puesto que es el momento en el que más brilla el Sol en esta parte del mundo).

Algunas características de los nativos Cáncer

Son compasivos, intuitivos, memoriosos, emocionales, sensibles, por ello se les facilita comprender los estados de ánimo de los demás. Son personas amistosas, tiernas, protectoras y variable, como la Luna y sus cuatro fases. Son personas a las que les encanta tanto cocinar como comer, departir con sus amigos y dormir, esta última actividad está relacionada a su naturaleza hogareña. Tienden a ser nostálgicos y ahorrativos.

Con una carta bien aspectada son divertidos, amables, protectores, proveedores y hospitalarios. Cuando su carta no está tan bien aspectada pueden ser personas muy cambiantes, malhumoradas, susceptibles y un poco perezosas.

La emocionalidad que brinda el Sol en Cáncer

La energía emocional, de protección, amor y cuidado de Cáncer nos abre la posibilidad de ponernos en contacto con nuestros sentimientos. Por estos días podemos establecernos el objetivos de enaltecer nuestros más puros sentimientos de amor, especialmente hacia nosotros mismos. Son días para dejarnos sorprender, para darnos la oportunidad de SENTIR desde lo más profundo para volver a sentirnos vivos.

Si nuestra naturaleza astral está alejada del emocional (hablamos especialmente de cartas con una fuerte influencia de Tierra), son días que podemos aprovechar especialmente para observar y observarnos, y permitirnos sentir hasta lo más profundo así nos encontremos con emociones relacionadas con la tristeza, el miedo o la vulnerabilidad. Si podemos descubrir y vivir nuestras emociones podremos comenzar a crear el amor necesario para sanar aquello que aún no dejamos pasar.